martes, 13 de octubre de 2009

La Isla del Hombre

Hay un enorme caos alrededor, todo lo que miro, mas alla del horizonte, no hay mas que un caos infinito que se extiende hasta donde alcanza la vista. Respiro profundamente, como si asi pudiera guardar todo dentro de mi, lo miro todo, tratando de abarcar cuanto me sea posible, deseando llenar mis recuerdos de imagenes de este paisaje desolado.

Los recuerdos se han desvanecido, se han perdido con la memoria de aquellos que se han marchado, ahora solo quedan los escombros de lo que alguna vez significo todo para alguien, no se cuantas fantasias, ideas brillantes o ingenuas, cuantos deseos, ilusiones y sentimientos han quedado sepultados entre los restos de lo que fuese un mundo impresionante y complejo.

El viento mueve mis cabellos, con suavidad mientras camino sobre toda esta devastacion, me dirijo al frente, buscando el mar que brilla a lo lejos, avanzo con lentitud, como si el tiempo no existiera, porque en realidad no creo que aqui realmente importe el tiempo, despues de todo es como si se hubiera extinguido...

Me detengo para mirar un objeto que brilla en el suelo, abarrotado de miles de opacos desechos, lo tomo entre mis manos y lo limpio un poco observando como el sol se refleja poderosamente en el antes de extinguirse en un poderoso atardecer. Misteriosamente aun luego de que el sol se ha ido, ese objeto sigue brillando, con una tenue luz que apenas puedo percibir en la obscuridad que va cubriendo la extinta ciudad.

Sin soltar mi pequeña adquisicion continuo mi camino, tropezando de cuando en cuando pero sin darle mucha importancia, despues de todo, lo unico que me importa ahora es llegar...

El mar se escucha cada vez mas cerca, su sonido es casi doloroso, melancolico, triste, como si el oceano llorase una gran perdida. Y por primera vez desde que me encontre solitaria en este caos las lagrimas bajan suavemente por mi rostro hasta juntarse con las miles de gotas de agua salada que ahora mojan delicadamente mis pies. Se siente como si empezaramos a ser uno solo... mis lagrimas y el mar...

Sentada a la orilla, con las pequeñas olas pasando por mi, contemplo el extenso y oscuro oceano, en realidad solo hay un gran espacio negro frente a mi, pero aunque no pueda verlo, se que esta alli, porque lo siento, porque lo escucho... Tan diferente de la acabada ciudad que acabo de atravesar, que esta tan fria y muerta, como si jamas hubiese habido algo alli, mas bien creo que hace mucho tiempo, incluso antes de morir, esta ciudad estaba ya apagada, entre tantas y tantas maquinas que poco a poco fueron olvidandose de su humanidad...

Ahora contemplo en silencio el pequeño plato de porcelana que halle antes, tiene los bordes rotos, pero de algun modo se salvo de lo que sea que halla ocurrido aqui. Es diminuto, probablemente para una taza de cafe o te que se habra perdido ya... pero el ha sobrevivido... como un inneludible rastro humano entre este caotico basurero tecnologico.

Con cuidado lo pongo en el agua para que las olas lo lleven a otras tierras, probablemente mas ingenuas, mas suaves, atrasadas en el tiempo... creo que seria un buen sitio para extender su brillo, quizas alguien lo encuentre y lo añada a una infantil coleccion... Solo espero que este pequeño pueda escapar de esta isla desierta...

Y conforme el sol va saliendo veo ese brillo alejarse, llevando una esperanza, un deseo, una ilusion, un sentimiento, mis lagrimas... el unico testigo de humanidad que ha existido en la isla del hombre...

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