martes, 17 de noviembre de 2009

Adelante, siempre adelante

Esta soplando una brisa helada a mi alrededor, en medio de esta oscuridad tan abrumadora, mis ojos se encuentran puestos en un horizonte lejano que seria imposible distinguir en este instante, con una mano en mi cabeza procuro mantener mis largos cabellos en su sitio sin mayor exito. Ahora mismo tengo frio, tanto pero tanto frio, y sin embargo no tengo intenciones de protegerme de el, necesito seguir en pie, en medio de este mundo color carbon, sintiendo como mi piel se enfria cada vez un poco mas, no hay forma de explicar el porque de esta necesidad, sin embargo, tampoco hay alguien a quien deba hacerselo entender, por lo que puedo seguir aqui en pie solo guiada por mi intuicion, una especie de sentimiento sin sentido y que a la vez, tan claramente me dice que estoy haciendo lo correcto.

Escucho el leve tic tac de un reloj, sus manecillas empiezan a girar lentamente en mi mente hasta que luego de algunos instantes puedo ver como la figura de un enorme reloj de pie va vislumbrandose un poco mas alla, aun lejos de mi, puedo ver aun en esta oscuridad sepulcral como sus manecillas empiezan a desbocarse, a correr mas y mas, hasta pareciera que el reloj temblase y fuese a arruinarse en cualquier instante. Pero no, justo cuando casi siento el tic tac correr a la misma velocidad que los enadercidos latidos de un corazon alborotado, como si de una explosion de oscuridad se tratase, el reloj es consumido junto con su sonido y se pierde en el color negro que nuevamente es constante en todo mi mundo.

Podria pensarse que esto seria un hecho relevante en una vida como la mia, sin embargo ya esto es demasiado habitual para asombrarme. Estas alucinaciones recurrentes forman ya parte de mi diario vivir, si asi puede llamarse, ya que no tengo forma de medir el tiempo, ni tampoco me interesa hacerlo. De cualquier modo no pienso dejar de mirar el horizonte que a veces imagino que podria no existir, y entonces siento vacilar mi entusiasmo, si tambien puede llamarsele asi a mi necedad, pero realmente no hay fuerza posible en el universo que me obligue a abandonar mi determinacion.

Cuando ya mis piernas estan cansadas me siento en lo que imagino sera el suelo, no es facil distinguir la forma del lugar, pero me lo imagino como una caja, algo asi como un ridiculo encierro de carton, pero eso no es relevante. En esos momentos sujeto mis piernas y con mi mirada aun fija en el espacio negro que se extiende frente a mi, trato de imaginar una razon para estar aqui, invento en mi cabeza miles de posibilidades, a veces pienso que este lugar es diminuto, otras que es indescriptiblemente enorme, podria haberme encerrado aqui por voluntad propia o alguien podria haberme confinado a una prision oscura. Todo podria ser. Y a la vez algo me dice que solo continuo errando la respuesta.

Ahora el latir, si, el latir de un corazon y una enorme figura roja aparece poco a poco frente a mis ojos, desde ser casi totalmente transparente hasta casi estar segura de que podria tocarla. Late, rapidamente como si algo muy importante ocurriera, finalmente algo ha captado mi atencion. Este corazon se apaga, poco a poco pero se apaga. Lo observo con minucioso cuidado, escuchando sus latidos disminuir mas conforme pasa el tiempo, nuevamente estoy en pie, no quiero perder detalle, asi que cierro mis ojos cuando el sonido me hace presentir que el final esta cerca. Los escucho uno a uno, a sabiendas de que este corazon le pertenece a alguien, y que sea quien sea, esta por extinguirse. El latido final apenas es perceptible, aprieto mi ojos fuerte sin saber que esperar. Luego de unos instantes me decido a mirar lo que habra ocurrido segura de que mi alucinacion habra desaparecido, de modo que abro de golpe mis ojos.

Las lagrimas brotan de mis ojos, imposibles de controlar, constantes, una angustia infinita se adueña de mi. Sigue alli, inmovil, apagado. Muerto. Doy mis primeros pasos en lo que ha parecido una eternidad, y extiendo mi mano esperando no sentir nada al tocarlo, pero la retiro enseguida al contacto de una textura suave y desagradable.

Ahora como si confundirme aun mas fuera el proposito, este corazon apagado empieza a moverse hacia atras, lentamente, mi curiosidad me puede mas y volteo hacia atras, a pesar de la voz en mi cabeza que continua diciendome que no aparte mi vista del frente. Debo cerrar mis ojos en seguida. Ante mi, o mejor dicho, tras de mi habia un brillo deslumbrante, no es posible que siempre estuviera alli... Pero mientras mi mente se enreda mas y mas en sus propias ideas, ese objeto rojizo gigantesco se va alejando y fundiendo con la luz hasta desaparecer de mi vista. Se ha ido.

Caigo sobre mis rodillas y me llevo las manos a los ojos, no se que se supone que haga, de donde ha salido todo esto, hay posibilidad de que haya olvidado algo como esto? Entonces porque, porque seguia mirando al frente, porque?

Entonces vuelvo mis ojos hacia el otro lado, y me quedo mirando sin llegar a creer lo que estoy contemplando. Es como si la luz se hubiese extendido en todas direcciones, la obscuridad que tan bien conocia se ha ido, no se que deberia hacer. Me decido a escuchar a esa voz una vez mas, poniendome en pie giro sobre mi misma y empiezo a avanzar hacia el frente, sin tener idea alguna de cuanto caminare, o que encontrare, pero todo lo que conozco se ha perdido, y no hay nada que me impida caminar hacia adelante, siempre adelante... no se porque, pero es la unica direccion que conozco.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Una carta amarilla

Me encuentro frente al papel, de amarillenta coloracion, que obedece a su vejez, en este papel que aun en blanco carga tantos años en sus fibras, propio de tiempos que se han ido, y no volveran, en el que escribire unas ultimas letras para ti, en honor a tantos y tantos recuerdos perdidos que ahora yacen en lo mas profundo de una memoria que se consume a si misma para dar lugar a las cosas nuevas.

Tomando la negra pluma entre mis dedos, me dispongo a tejer en mi cabeza todas aquellas palabras que deseo dejar plasmadas en este lienzo, y que aun no han logrado tomar una forma concreta, lista en silencio para dejar ir tantas y tantas cosas, y sin embargo las ideas se quedan atoradas en mi garganta, incapaces de alcanzar mi mano para ser escritas. Cierro entonces mis ojos como tratando de recuperar el dominio sobre mi misma, intentando en vano de conseguir la serenidad suficiente que es tan necesaria al escribir los sentimientos, tan dificiles como son de describir en palabras. Es tan dificil...

Empiezo a escribir la primera linea, con mas seguridad de la que esperaba y me detengo pronto. No he logrado articular ni siquiera una frase completa, pero ya he dado el paso mas importante, he logrado comenzar y aun falta lo mas complicado, lo que nunca fui capaz de lograr... quizas es una de las razones... no lo se, podrian ser tantas cosas. Ahora es cuando sujeto con fuerza esta pluma que amenaza con partirse en mi mano por la desesperada fuerza con la que mi puño la aprisiona. Tengo que lograrlo, debo ser capaz, por una vez, en esta ultima oportunidad, si tan solo por esta unica y realmente unica vez que verdaderamente importa, fuera capaz de acabar algo que empiezo... por ti...

Nuevamente la pluma se mueve apenas un segundo para luego posarse lastimeramente en la madera oscura de la cual esta hecho este viejo escritorio, que probablemente provenga de la misma epoca que este papel. Empiezo a sentir esos desesperantes escalofrios adueñarse de mi, perdiendo cada vez mas la calma, abrazandome fuerte a mi misma mientras siento como se me escapa todo de las manos sin poderlo evitar, temblando, tratando de contener mis ojos... tengo miedo...

Vuelvo a sostener la pluma con firmeza, como aferrandome a esta ultima tarea propuesta, la que me he dispuesto a concretar a como de lugar, de algun modo podre lograrlo, porque estos recuerdos, estos recuerdos merecen el mayor esfuerzo que mi ser pueda dar, aun ahora... mas bien, ahora mas que nunca... pero yo...

Casi parece que no acabare nunca, que no podre hacerlo a tiempo, tan solo unas 2 o tres silabas son escritas cada vez que logro mantener la compostura. Y sin embargo algo en mi interior me dice que crea en nuestros recuerdos sin importar cuan lejos esten ahora de mi, aun hay algo que me impulsa a escribir lo que he sentido mas alla de lo que he olvidado, algo mas fuerte que tu, que yo, que este demonio que me consume... puedo lograrlo...

Y cuando ya empiezo a sentir esa sombra cubrirme casi por completo empiezo a escribir una ultimas letras con desenfreno, con desesperacion, mas rapido de lo que jamas lo he hecho en mi vida, corriendo contra el tiempo que se me agota y que muy pronto se extinguira para mi, marco el punto final bruscamente, a sabiendas de que estas letras no son lo unico que ha de concluir con el. Una debil lagrima recorre mi rostro... todo queda en blanco...

Hoy he despertado en un cuarto blanco, lleno de luz, con ventanas grandes por las que entra el calido resplandor del sol. Un hombre canoso, reducido por los años, con un rostro palido y algo melancolico ha abierto mi puerta y ha ocupado la silla que esta al lado de mi cama. Le he mirado tratando de reconocer alguna de esas arrugas que surcan su faz, sin embargo ha sido imposible... no le conozco... El ha tratado de tomar mi mano y se ha encontrado con algo... Ahora que lo veo, estoy sosteniendo un papel amarillento, totalmente arrugado como el rostro del visitante... debo haberlo estrujado en mi palido puño...

Se ha llevado las manos al rostro, levantandose y apresurandose a la ventana, con el papel aun en sus manos luego de leerlo... creo que esta llorando... le escucho a pesar de que intenta ocultarse de mi. De pronto escucho su voz, como declamando un viejo poema olvidado... y siento algo en mi corazon al escuchar sus palabras...

Es tan dificil... por ti... tengo miedo... pero yo... puedo lograrlo... te lo ruego... guarda todos nuestros recuerdos, nuestras vidas... te amo.