Quien eres...

¿Quién eres, tu que logras cambiarme con tu sola presencia, tu que eres la que me hace ser o no ser?

¿Quién eres en realidad, si desde que te conoci no has hecho otra cosa que cambiar mis tristezas
en alegría, sin importar nada, sin pensar, o sentir algo más?
¿Cómo ha bastado tu precencia para que el mundo brille y tu ausencia para que se vuelva gris?
¿Qué clase de ser mágico eres, que haz conseguido convertirme en fenix y hacerme renacer
de las cenizas cada vez que regresas, a pesar de que soy solo polvo cuando tu no estas?

¿Quién eres tu, que crees en mi mas alla de lo que merezco, siendo yo incapaz de confiar en mi?
¡Cómo logras aumentar la fuerza de mi espiritu con tus palabras, sinceras y amables,
llevandome a ser una persona que no reconozco pero que puedo sentirme orgullosa de ser?
¿Qué es lo que hay en ti que hace de mi alguien mejor?

¿Quién eres, un ángel, una princesa, un ser divino, quizás un conejito o un ser humano como yo?
No puedo decirlo con certeza, pero hay algo en ti que me es imposible hallar en alguien más.
A veces me pregunto como fue que llegué a conocerte, o más aun, que hubiera sido de mi si
eso jamás hubiera ocurrido. Seguro ahora ya no estaría en este mundo...

No se quien eres en realidad, pero creo conocer parte de ti, de tu esencia, de tu ser.
Te imagino fuerte y segura y a la vez fragil y delicada, como la flor de un pequeño principe,
que se creía capaz de protegerse con sus diminutas espinas. Te veo como la mas hermosa y
fuerte de las princesas, la que pocos conocen pero ninguno puede evitar querer.

A veces tambien me pareces una niña caprichosa, de buen corazon pero de mucho caracter.
Y aun cuando a veces ni yo, que me creo conocerte puedo decir lo que piensas,
pero tu eres la princesa y sin importar lo que pienses o decidas yo estaré siempre a tu lado,
porque ese es mi lugar, junto a ti, apoyandote y cuidandote de lo que tus pequeñas espinas no te puedan salvar.

En algunas ocasiones me parece que yo te necesito demasiado, quizas más de la falta que te haga
yo a ti, pero luego vienes y me doy cuenta que ni tu ni yo somos las mismas una sin la otra.


Y quizás aun falta mucho para que pueda decir con certeza quien eres, pero algo es seguro.
No hay yo sin ti, no hay fuerza, ni hay colores o brillo en el mundo sin ti,
tu eres mi rosa, mi princesa, mi ángel, y yo cuido de ti, te quiero y te acompaño, tal como tu a mi.
Y si aun no se decir quien eres, hay algo en mi que si lo sabe, y es mi corazón, testigo un día
y el siguiente, que eres tu la que le devuelve las ganas de vivir y ser feliz.